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El
hombre a lo largo de su trayecto en la vida lo ha aprendido
a comer todo o casi todo, las flores no han escapado
a ello. |
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Algunas
son tan comunes a nuestra dieta que ni nos damos cuenta, por ejemplo
el alcaucil (alcachofa), el coliflor, el brócoli, dentro
de las especias el clavo de olor y el azafrán, no tan usual
en nuestra cocina pero sí en otras las flores de calabaza
o zuchini, en dulces las rosas y el sauco.
Pero
existe toda una variedad de flores que podemos incorporar a los
platos como elementos complementarios, decorativos y comestibles,
como las flores de varias hierbas u otras ornamentales.
Solo vasta saber que no todas las flores son comestibles, que
hay algunas hasta peligrosas, por lo que es bueno solo consumir
las conocidas o ya probadas. Otro tema a tener en cuenta es que
esas flores para ser comestibles no pueden contener productos
tóxicos o contaminantes para la salud, como herbicidas,
pesticidas y algunos tipos de fertilizantes (cosa que ocurre comúnmente
con las flores que se venden para ornamentar ambientes).
Todos
los fungicidas, insecticidas, herbicidas y acaricidas de uso habitual
en el jardín están estrictamente prohibidos en plantas
que van a ser consumidas, crudas o cocidas. En otras palabras,
las flores comestibles sólo lo serán si las cultivamos
bajo las condiciones adecuadas.
Antes
de adentrarnos más en el tema les paso dos datos de Argentina
de productores de flores orgánicas comestibles:
“Sueño
Verde” (contacto: Agustín) 03488-463747 y 463696
e-mail: info@s-verde.com.ar ( www.s-verde.com.ar )
“Zeralda”
(contacto: Mónica Dominguez) 02226 421700 / 011-15-50106313
e-mail: zeralda@isei.com.ar (www.zeralda.com.ar)
La
lista de flores comestibles es Enorme
Las más conocidas son las rosas y las flores amarillas
de las calabazas, pero también se pueden preparar buenos
platillos con amapolas, claveles, azahares crisantemos, malvas,
pensamientos, jazmín, gladiolos, salvia o violetas, entre
tantas otras. Con todo, hay que tener en cuenta que no todas las
flores son comestibles y que las que provienen de una florería
pueden contener pesticidas. Por lo tanto lo recomendable es consumir
sólo las flores bien identificadas y de procedencia segura.
Las flores pueden mantener frescas en la heladera durante una
semana.
Calabazas
Las flores de calabaza, de sabor delicado y dulzón, son
las más habituales en la gastronomía de diversos
países como Italia (zuccini) y México donde se emplea
en tamales, tortitas y sopas. Los Italianos en cambio las prefieren
como relleno de ravioles y croquetas. Todas estas son hortalizas
bien conocidas. El uso culinario de sus flores (cocidas, en guisos
y sopas o fritas después de pasarlas por una pasta como
la de los buñuelos), mucho menos. Por supuesto, si se usan
todas las flores de una planta, después no habrá
frutos. Se dan durante un largo período en verano.
Caléndulas
Las caléndulas aunque tienen un sabor algo amargo se emplean
junto con las hojas para aromatizar bebidas. Esta anual florece
profusamente en invierno y primavera. También se conoce
desde hace siglos su uso como medicinal, en pomadas, por su poder
cicatrizante. Las flores son amarillas, naranjas, marrones o bicolores;
de ellas se usan las lígulas (pétalos), crudas,
en ensaladas dulces o saladas, y con comidas o postres que tengan
huevo como kiches, flanes y budines.
Rosas
Con ellas se preparan dulces, como la popular rosa mosqueta de
Bariloche, tartas, ensaladas de frutas, pimpollitos en vinagre,
y como ingrediente en salsas de mariscos.
Rosal silvestre (Rosa canina)
Los escaramujos (frutos) para elaborar mermeladas y siropes, los
pétalos de las flores para aromatizar las ensaladas y en
pasteles. Las hojas jóvenes secas y las raíces para
té.
Los pétalos de las rosas cultivadas tambien son comestibles
y con ellas se aromatizar las confituras o las tartas. Puede caramelizarse
para añadir a los pasteles o freírse con huevo para
hacer tortillas.
Todas las especies de rosas son comestibles. Sus frutos contienen
ingentes cantidades de vitamina C y han sido utilizados en épocas
de guerra cuando faltaban las frutas o verduras frescas.
Constituyen
un medio de supervivencia natural en el campo al aguantar en el
árbol durante todo el otoño e invierno. Solamente
tenemos que tener la precaución de quitar las semillas
y los pelos que irritan la boca.
Geranios
Los geranios son originarios de África y aportan diferentes
fragancias a tortas y pasteles: la Pelargonium graveolens (rosa),
Pelargonium crispum (limón), Pelargonium odoratissimum
(manzana), y Pelargonium tomentosum (menta). Se deben utilizar
siempre las flores más frescas ya que pierden rápidamente
su aroma.
Coqueta ( Bellis perennis)
Es una flor común en los jardines en invierno y primavera.
Se vende como anual, pero en climas fríos es perenne. Ideal
para pleno sol y suelos drenados. Se come cruda en ensaladas,
y se usa para decorar.
Claveles
y Clavelinas (Dianthus)
Muy conocidos como plantas de jardín y como flor cortada.
Son perennes, originarias de climas fríos y de regiones
montañosas. Requieren pleno sol, pero no se dan bien en
zonas cálidas. Florecen en primavera o en verano. Sus pétalos,
de formas vistosas y diferentes colores, se usan en ensaladas
de frutas, y mezclados con crema.
Primavera
(Priimula polyanthus)
La Primavera es una de las plantas más comunes en el jardín
de invierno. Su floración se produce en colores poco comunes
como azul oscuro, terracota, morado, celeste, y en dos colores.
Es una perenne de climas fríos, pero en zonas más
cálidas se cultiva como anual. Requiere sol de mañana,
sitios frescos y suelos ricos. Se propaga por división
de matas en Otoño o por semillas. Se comen sus pétalos
en ensaladas verdes, o se usan para decorar.
Pensamientos
y Violas (Viola tricolor, V.Wittrockiana)
Los de color violeta no huelen nada
Conocídisimos
como plantas de estación en otoño, invierno y primavera,
son anuales y se siembran en otoño. Sus pétalos
pueden ser usados en ensaladas dulces o saladas, a las que añaden
colores poco comunes como terracota, negro, violeta, morado, amarillo,
gris. También son irresistibles con quesos.
Violetas
En la antigua Grecia era símbolo de fertilidad. Se la emplea
como infusión digestiva, pero es en la cocina donde mejor
se aprovecha como elemento decorativo e ingrediente de suave sabor
en postres, ensaladas y como relleno para tortillas. Las violetas
se pueden comer frescas, secas y confitadas. Es preferible evitar
las de color amarillo porque son muy laxantes. Las hojas crudas
o cocidas, se suelen usar para espesar sopas
Viola odorata (violeta)
Las populares violetas aparecen a fines del invierno y anuncian
la primavera con su fragancia deliciosa y única. Las hay
de diferentes colores: violeta, blanco, celeste, rosa, morado
o amarillo. Sus flores son comestibles y se usan en ensaladas
dulces o saladas, pero también cristalizadas o para hacer
licor.
Tulipán (Tulipa)
Los bulbos son perfectamente comestibles, y sus flores también.
Existen en una variedad asombrosa de colores, lisos o combinados.
Sus pétalos crudos se usan en ensaladas, o se rellenan
con atún y papas hervidas y ciboullette sobre un colchón
de hojas verdes. Se cultivan perfectamente en climas fríos.
Taco
de Reina / Capuchina (Tropaeolum)
Muy conocida, es de un color naranja muy intenso, y de otros menos
comunes aunque mucho más atractivos. Los pétalos
de sus flores son comestibles y tienen un sabor peculiar, algo
picante. Se usan crudos en ensaladas, o se rellenan las flores
con bolas de queso, sal, pimienta y ciboullete.
Capuchinas
Planta de sabor picante se aprovechan además de las flores,
las hojas y los botones. Se consumen en ensaladas donde combinan
bien con el perejil.
Manzanilla
(Matricaria)
La manzanilla es una planta conocida desde tiempos inmemoriales
como medicinal, y actualmente existen grandes plantaciones de
ella con el objeto de exportar las flores secas para la obtención
de aceites esenciales. Es una planta anual cuya floración
se produce a fines del invierno y en primavera. Los pétalos
crudos se usan en ensaladas dulces o saladas, y para hacer té.
Flor de un día (Hemerocallis)
Muy populares actualmente, su uso culinario es común en
el extremo Oriente. Da sus flores desde fines del invierno hasta
fines del otoño, combinando diferentes variedades. Son
plantas perennes que requieren pleno sol. Las flores se consumen
enteras, como pimpollos o una vez que se han marchitado, en guisos
y en sopas. También se pueden saltear y servir con verduras.
Borraja
(Borago)
Es una anual, consumida desde la Edad Media como verdura cocida.
Se resiembra sola y germina en otoño. Posee flores azules
pero también hay algunas con flores rosadas o de un blanco
puro. Florecen durante meses en invierno y primavera. Las flores
se consumen enteras, crudas, en ensaladas de frutas o saladas,
o en cubitos de hielo para vinos.
Crisantemos
(Dendranthema)
Los crisantemos son muy conocidos como plantas de jardín
y como flores cortadas. Son plantas perennes, sub-arbustos, que
florecen en otoño, con gran variedad de formas y colores.
Se consumen sus pétalos crudos en ensaladas, y con naranjas.
Monarda
didyma
Es otra planta con flores vistosas y comestibles, blancas, rosas,
bermellones, moradas, o purpúreas. Es perenne, requiere
lugares húmedos y una sombra parcial. En la cocina se utiliza
la corola completa, cruda, acompañando platos hechos con
carne de cerdo, pescado y pollo, por su fuerte sabor.
Copetes
(Tagetes)
Plantas de jardín, muy conocidas, de larga floración
durante los meses más cálidos del año. Las
flores son de color crema, amarillo, naranja, marrón, o
bicolores. Requieren pleno sol. A los pétalos se les saca
la parte blanca y se los usa para acompañar arroces.
Salsifí
(Tragopogon)
Una hortaliza conocida por los gourmets, de la que se comen las
raíces (se dice que tienen sabor a ostras). Es muy fácil
de cultivar en suelos ricos y a pleno sol. También las
flores son comestibles: de ellas se usan los pétalos crudos,
en ensaladas dulces o saladas.
Sauco (Sambucus nigra)
Las bayas para comer solas o, sobre todo, para hacer confituras,
especialmente con moras. Las flores se pueden comer fritas en
forma de buñuelos
Las especies americanas : Sambucus canadensis
y Sambucus cerulea también presentan bayas y flores comestibles.
La especie mexicana Sambucucus melocarpa tiene
bayas comestibles.
Todas las especies de saúco en las semillas
contienen glucósidos cianogenéticos ( generadores
de cianuro) y en la corteza así como en las hojas y frutos
no maduros contienen el principio de la sambunigrina que, en contacto
con una enzima , llamada emulsina, produce también ácido
cianhídrico. No deben comerse, pues, sus frutos crudos,
que resultan comestibles al someterlos a cocción o maceración.
La corteza puede resultar tóxica, especialmente a altas
dosis. De igual manera el contacto de las hojas o las bayas en
la piel puede producir casos de dermatitis.
Los síntomas que producen en caso de intoxicación
son similares a los que resultan de ingerir almendras amargas.
Trebol
(Trifolium sp)
Hojas tiernas en ensalada o cocidas. Flores secas y semillas para
dar sabor al pan.
Los treboles son comestibles, siempre que se consuman con moderación.
En cantidades grandes producen hinchazon de vientre. Algunos pueblos
antiguos, como los indígenas americanos incluso regaban
los campos silvestres para que produjesen más.
Violeta
La violeta es una planta herbácea, de la familia de las
violáceas con tallos rastreros, hojas radicales con peciolos
muy largos, ásperas y en forma de corazón con bordes
festonados. Produce pequeñas flores de color azul intenso,
morado claro y a veces blancas de tallo largo y fino. Produce
un suave aroma muy apreciado en perfumería, son famosas
las violetas de la región de Toulouse en Francia y crece
en las montañas de España.
Se emplea como planta de ornato en jardines y tiestos. Se la reconoce
como símbolo de la modestia debido a que sus pequeñas
flores parecen esconderse tímidamente bajo sus hojas grandes
y acorazonadas.
Científicos
israelíes crean flores comestibles
Científicos
del Instituto Vulcani de Investigaciones Agrícolas de Israel
han logrado producir flores comestibles de rosas, gladiolos y
claveles, además de otras variedades, con un nivel de calorías
similar al de la lechuga.
Los trabajos desarrollados por los científicos hebreos
persiguen aprovechar el valor energético de los azúcares
y otras sustancias potencialmente nutritivas que contienen los
pétalos de muchas flores, al tiempo que eliminar las sustancias
con poder tóxico. La iniciativa se inspira en el uso tradicional
de pétalos de rosas y otras flores en la preparación
de ensaladas, habitual en buena parte de los países de
la Europa central y oriental, además de en algunas zonas
de Estados Unidos.
Hasta el momento, los investigadores han logrado equiparar el
nivel de calorías de flores comunes como rosas, gladiolos
y claveles, al de las lechugas. La elección de estas flores
se debe, según fuentes del citado instituto, a las facilidades
que entraña su cultivo en cualquier lugar del mundo.
Lo que no han conseguido, sin embargo, es mejorar el sabor de
los pétalos. Aunque en el caso de algunas variedades de
rosas las perspectivas son favorables, en opinión de los
investigadores, no ocurre lo mismo con las otros flores, cuyo
sabor amargo puede poner fin al intento de mejora vegetal. Los
científicos están tratando ahora de mejorar el sabor
mediante técnicas biotecnológicas dado el potencial
económico que podría derivarse de su comercialización.
Flores toxicas
Los síntomas de envenenamiento por planta van desde un
simple dolor de estómago hasta fallos cardiacos y renales.
Los niños son más vulnerables a sufrir graves consecuencias
al ingerir parte de una planta venenosa, por lo tanto, es muy
importante que conozcas cuáles podrían ser potencialmente
dañinas.
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Adelfa
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Azafrán de otoño (Colchicum)
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Azalea
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Dicentra
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Hiedra inglesa (Hedera helix)
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Flor del tabaco (Nicotiana)
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Dedalera (Digitalis)
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Dicentra
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Glisina
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Iris
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Lantana
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Lirio o azucena del Valle (Convallaria majalis)
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Aconitum
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Adelfa (Nerium)
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Arveja dulce (Lathyrus
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